Hace unos meses una gran amiga me propuso el reto de hacer los detalles a los invitados más pequeños de su boda. Tras varias ideas, se decidió sobre qué entregar y nos pusimos manos a la obra a elegir (ella) el modelo.
Unos colores, otros, unas formas, otras....pero conseguimos dar con el modelo ideal, tanto para niños como para niñas.
Poco a poco fui dando forma a esas perchas de color blanco. Fui pintando a mano cada uno de los nombres así como sus dibujos y adornando con lazos de colores.
Y lo más importante ¡las pegatinas de recuerdo!
Ahora sí estaban listas para ser envueltas.
¿Solo dos? No, cada uno tiene las suyas.
Tras envolver cada una de las perchas, ya estaban listas para entregar. ¡Y tanto que lo están! Marta y Dani ya las entregaron a sus invitados más peques.
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